lunes, 21 de noviembre de 2011

Berlín


BERLÍN 

¿Dónde está?

Se sitúa al noreste de Alemania, a unos 70 km de la frontera con Polonia.  Es la capital de la República Federal de Alemania y la ciudad más poblada del país. Dos ríos pasan por ella: el Spree y el Havel. En la zona más estrecha del Spree se encuentra el centro histórico de la ciudad. Este río desemboca en el Havel.

Berlín se caracteriza por ser una ciudad vanguardista, polifacética y llena de vida. En el 2006 la Unesco la eligió como Ciudad Creativa y en el 2009 le fue otorgado el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.




¿Cuándo ir?

Teniendo en cuenta el clima, quizá la mejor época para viajar a Berlín sea entre mayo y octubre, aunque como el tiempo es variable debes ir preparado para cualquier cambio.

¿Cómo ir?

Puedes ir por aire o por tierra. Berlín cuenta con tres aeropuertos. Es frecuente hacer escala en otra ciudad como Frankfurt, París o Londres y desde allí coger otro vuelo. Para desplazarte a la ciudad desde cualquiera de los tres aeropuertos puedes coger un autobús o un tren, no tendrás que recurrir a un taxi.

Berlín también está muy bien comunicada vía carretera ya que dispone de una amplia red de autobuses de larga distancia.

El coche es otra opción. Además luego podrás trasladarte a otras ciudades. El cinturón de carreteras A10 une Berlín con otras ciudades tanto alemanas como extranjeras.

Y si lo que te gusta es viajar en tren, debes saber que tu tren puede sufrir algún desvío provocado por las obras que se están llevando a cabo en la ciudad.

¿Qué ver?

Nuestra primera parada es la plaza de París, Pariser Platz, una de las más bonitas de la ciudad. Está formada por construcciones singulares como la casa Liebermann y la Sommer, pensadas como edificios gemelos, el Dresdner Bank, el hotel Adlon, la Academia de Arte, las embajadas de EE.UU. y Francia y destaca especialmente la Puerta de Brandenburgo.

La Puerta de Brandemburgo es uno de los lugares más emblemáticos de Berlín, por ser símbolo de la reunificación de Alemania. Arquitectónicamente es uno de los ejemplos más importantes del clasicismo alemán. Fue construida en 1791 por el arquitecto Carl Gotthard Langhans con la intención de que simbolizara la paz. Posteriormente se le añadió en la parte superior una cuadriga y paso a ser un monumento en honor de la fuerza prusiana. En 1961 se construyó el muro y la puerta se quedó en tierra de nadie.




Tras la caída del muro en 1989, toda esta zona fue abierta al público. Actualmente la plaza está llena de puestecillos y en ella es fácil encontrar vendedores que te ofrecen todo tipo de recuerdos militares y también pedazos de lo que ellos dicen es el muro de Berlín.

Dicen que si recogieran todos los pedazos de muro que se han vendido a los turistas, se podría amurallar no solo Berlín sino Alemania entera, así que desconfía de este suvenir.

El muro de Berlín

La construcción del muro de Berlín tuvo lugar en 1961, el Ejercito Nacional Popular cercó las calles y los ferrocarriles en dirección a Berlín Oeste. Tras la autorización del gobierno de la ya desaparecida República Democrática Alemana (RDA), se edificó el Muro. Un muro de hormigón de 47 km de largo, 4 m de alto  y un perímetro de 160 km, que no solo supuso la separa cientos de familias sino también la del mundo en dos bloques: uno bajo el dominio capitalista (Berlín Oeste bajo control de EUA, Reino Unido y Francia) y otro dominado por el comunismo (Berlín Este, bajo control soviético).

Muchas personas fueron asesinadas en el intento de cruzar la frontera.




El 9 de noviembre de 1989 se inició la destrucción del Muro, que había separado la ciudad durante casi 30 años, concretamente 28. Berlineses de ambos lados del Muro  se echaron a la calle. Las primeras personas que empezaron a derribarlo lo hicieron a golpe de pico, martillo y cincel en plena noche. Otros con sus propias manos. El muró cayó en un abrir y cerrar de ojos, aunque todavía se conservan algunos tramos, como testimonio de la historia de Alemania. En Mühlenstrasse hay uno de algo más de 1 km. La desaparición del Muro llevó consigo la reunificación de Alemania. 

En 2006, se reabrió el Museo Histórico Alemán (“Deutsches Historisches Museum”) con una exposición sobre la historia alemana a través de la caída del Muro. 

Otro lugar emblemático es Checkpoint Charlie, escenario de novelas y películas de espionaje como "Octopussy" con James Bond. Este puesto fronterizo interno fue creado en 1961. Aquí los vigilantes aliados registraban a los miembros de las fuerzas armadas británicas, americanas y francesas antes de que entraran en el Berlín Este. Una instalación del artista Frank Thiel y una placa recuerdan hoy en día el antiguo paso fronterizo.

Junto Checkpoint Charlie hay un museo dedicado a la historia del muro y a los que intentaron cruzarlo, Museo del Muro del Checkpoint Charlie.  Tiene una galería en la que se exhiben artilugios que se utilizaron para in tentar escapar de la Alemania del Este.

También se pueden visitar los viejos cuarteles de la Stasi, las fuerzas de la Policía secreta de la RDA (República Democrática Alemana), que están en los suburbios de Berlín Este. 

Pero volvamos a la Puerta de Brandemburgo y la Pariser Platz. A muy pocos metros de la Puerta de Brandemburgo, 2.711 bloques de hormigón mantienen en la memoria el Holocausto judío. 

En la plaza de París empieza el principal paseo de Berlín, “Unter den Linden”, en la que se localizan espacios de interés cultural y turístico como el Museo de Historia de Alemania (“DHM”), en cuya entrada está el lema utilizado en las movilizaciones que condujeron a la caída del muro: “Somos una nación” (“Wir sind ein Volk”)

Volviendo a este gran paseo, punto de reunión, fue inmortalizado por poetas como Goethe y Heine. También en canciones como “Untern Linden, untern Linden” de Walter Kollo y que versionó Marlene Dietrich.

Junto al paseo se encuentra la plaza de Bebel (“Bebelplatz”), otra de las más bonitas de la ciudad. Esta plaza paso a la historia el 10 de mayo de 1933, por un triste acontecimiento. Aquí tuvo lugar la quema de libros ordenada por el ministro de propaganda Joseph Goebbels. Se lanzaron a las llamas unas 20.000 obras de la literatura universal, obras de escritores como Heinrich Mann, Erich Kästner, Kurt Tucholsky, Karl Marx o Sigmund Freud.

En 1995 el artista israelí Micha Ullman construyó un monumento subterráneo que recuerda este suceso. En medio de la plaza, hay un panel de cristal y a través de él se puede ver una biblioteca con las estanterías completamente vacías.

Caminando hacia la parte occidental de Berlín, en el centro, se sitúa la plaza Potsdamer, una zona moderna con centros comerciales y rascacielos. Al este del barrio de Postdamer Platz se encuentra el Kulturforum, que es un centro cultural y artístico formado por un grupo de museos y salas, entre los que se encuentran La Galería de Pintura, donde podrás disfrutar de una gran colección de pintura europea con cuadros de los siglos XIII al XVIII, el Museo de Artes Aplicadas y el Museo de Grabados y Pinturas. De entre las salas, destacan la Sala de Música de Cámara y la Sala de conciertos Berliner Philharmonie.    

Berlín cuenta con una gran orquesta filarmónica, “Berlin Philharmoniker”, integrada por 50 músicos alemanes, y considerada una de las más prestigiosas del mundo tanto por la técnica tan perfecta que tienen sus músicos como por los años de tradición.

Si nos encaminamos ahora al Berlín Este, en su centro antiguo, podrás ver la Alexanderplatz, la más grande de la ciudad. Durante la II Guerra Mundial fue destruida en gran parte. Es en los años 60 cuando adquiere su aspecto actual. Después de la reunificación se organizó un concurso público y el proyecto que ganó propone demoler gran parte de las construcciones actuales y construir 13 rascacielos. Todavía no se ha decidido si finalmente se llevará a cabo.
 
Próxima a esta plaza está la torre de televisión (“Fernsehturm”) con una altura de 368 m, lo que hace que se pueda ver desde casi cualquier parte de la ciudad. Fue construida en 1960. Está considerada un monumento de Alemania con gran afluencia de turistas; al año, más de un millón la visitan. Suben  para ver desde la plataforma panorámica, situada a más de 200 m, la vida de la ciudad, el ajetreo en las calles. Y otra cosa que puedes hacer en las alturas de la torre es comprar una camiseta, un poster o un cojín con la imagen de la torre.

Sin salir de los alrededores de la Alexanderplatz podemos visitar muchos otros monumentos y edificios antiguos, entre ellos están el Ayuntamiento (“Berliner Rathaus”) y la catedral de Berlín (“Berliner Dom”), que presentan una arquitectura singular. 

Uno de los símbolos de la ciudad es sin duda el Ayuntamiento. Se caracteriza por su fachada de ladrillos rojos, origen del sobrenombre con el que se conoce el “Ayuntamiento rojo”. Se trata de un edificio de estilo neorenacentista, con tres patios interiores y una torre de 74 m de alto. Cuenta con varias salas. La más bonita, sin duda, es la sala de las columnas (Säulensaal). Antiguamente era la sala de la biblioteca. Actualmente se utiliza para exposiciones. En la sala de los blasones (Wappensaal) hay escudos de los distintos distritos de Berlín. En esta sala es donde se recibe sobre todo a los invitados  estatales. Las recepciones se celebran en la sala grande de fiestas (“Große Festsaal”). Y si quieres conocer a todos los ciudadanos de honor berlineses, debes recorrer los pasillos del tercer piso donde hay retratos de todos ellos.

Otro de los símbolos de la ciudad es la Catedral de Berlín (“Berliner Dom”). Se encuentra en la zona norte de la isla Spree. Originalmente se construyó en el s. XV. En el s. XIX, los miembros de la dinastía Hohenzollern decidieron construir una suntuosa catedral, pues pensaron que la que había era demasiado modesta.

En 1905 se inauguró la nueva iglesia. Durante la II Guerra Mundial sufrió daños, pero desde 1975 a 1993 se reconstruyó. De entre las zonas que presenta la catedral destacan varias capillas (“Taufkirche” y “Traukirche”), la cúpula, el museo de la catedral y el panteón de los Hohenzollern, en el que hay casi 100 féretros de cuatro siglos distintos.

Y cerca de esta catedral está uno de los lugares más visitados de la ciudad, la “Isla de los Museos”.




La Isla de los Museos

Se trata de un conjunto de 5 museos de prestigio mundial situado en el NO de la isla del Spree. La riqueza, variedad e importancia de sus colecciones hizo que la UNESCO lo declarara Patrimonio de la Humanidad en 1999. Estos museos son:

Museo Bode (“Bode-Museum”)

Presenta una gran colección de esculturas (de la Edad Media al s. XVIII), joyas procedentes del Museo de arte bizantino y piezas del Gabinete de Moneda y Medallas.

Museo de Pérgamo (“Pergamonmuseum”)

Es el más visitado de Berlín. Aquí se expone el friso del Altar de Zeus de Pérgamo, una de las obras maestras del arte helénico. También se puede ver la reconstrucción de la Puerta de Ishtar.  

Museo Antiguo

Se trata de un edificio clasicista, diseñado en 1830. Fue el primer museo público de Prusia. Se recostruyó en los años 60, después de su destrucción durante  la guerra. Presenta obras que se mostraban en Charlottenburg.

Antigua Galería Nacional

Aquí se exponen obras del Clasicismo, el Romanticismo, el Biedermeier, el Impresionismo y los primeros contemporáneos. El edificio se construyó entre 1867 y 1876. Se reabrió en 2001, siendo el primero de la Isla. 

Museo Nuevo (“Neues Museum”)

Data de 1841, en la guerra quedó en ruinas y en 1999 se reconstruyó. En 2009 se reabrió. Alberga las colecciones egipcias del Museo Bode y el Museo Egipcio de Charlottenburg. Aquí se exhibe el retrato de Al-Fayum (retrato de Aline) y el busto de Nefertiti, en madera policromada.  

Berlín tiene muchos museos. Fuera de la Isla de los Museos, puedes visitar  la Galería de Pinturas (“Gemäldegalerie”), centrada en pintores del s. XIII al XVIII. Si prefieres admirar obras de la pintura europea del s. XX debes visitar la Nueva Galería Nacional (“Neue Nationalgalerie”).

Si quieres conocer más sobre la historia de Alemania, visita el Museo de Historia, aquí podrás ver uno de 23 bunkers subterráneos que quedan en la ciudad. Y también el Museo Judío que ofrece una exposición permanente de  historia germano-judía.

Si te apetece ver el esqueleto de dinosaurio más grande del mundo, debes visitar el Museo Humboldt de Historia Natural.

Parques

La parte oeste de la ciudad cuenta con grandes espacios verdes con zonas de ocio.

El principal parque de Berlín es el Tiergarten, que se encuentra en el centro de la ciudad. Inicialmente fue una zona de caza luego paso a ser para el uso de los berlineses.     

En este parque está la Columna de la Victoria (“Siegessäule”), otro de los símbolos de la ciudad. Popularmente se la conoce con el nombre del “asno de oro”. Conmemora tres victorias alemanas en el siglo XIX: la victoria de Prusia en la guerra germano-danesa de 1864; la guerra alemana contra Austria en 1866; y la guerra contra Francia en 1870-1871.

Tiene una altura de 69 m y en la parte superior  se sitúa una escultura de bronce de la diosa griega de la victoria, “Nike”. Puedes subir hasta la cúspide y desde allí disfrutarás de una bonita vista de la ciudad.

Otro lugar que no puedes perderte es el Jardín botánico. Es uno de los más grandes de Europa. Tiene una colección muy importante de plantas y también una biblioteca especializada.




¿Cómo desplazarte por la ciudad?

Berlín tiene una gran red autobuses y trenes que llegan a cualquier rincón de la ciudad.

Otra forma de moverte es yendo en bici. Se puede alquilar una en cualquiera de las muchas tiendas que hay dedicadas a este negocio. Para circular dispones de carriles bici muy bien señalizados.

La parte este de Berlín la puedes visitar en tranvía, hay más de 30 líneas que cubren toda esta área.

Algunas zonas, como el centro histórico es preferible que las visites a pie. Aquí puedes ver, y tomar, un tipo de transporte bastante curioso. Son los llamados  Velotaxis, unos taxis a pedales. 

Y si estás cansado y quieres coger un taxi con ruedas y motor, solo tienes que acercarte a una parada de taxi. Algo que también resulta curioso es que en las paradas hay una especie de interfono para llamar a un taxi, aunque resulta más sencillo parar uno por la calle. 

¿Qué comer?

Los productos base de la gastronomía alemana son la patata, la col, el cerdo y, como bebida, la cerveza.

Entre los platos más típicos de Berlín están el codillo hervido (“Eisbein”), la salchicha con salsa de tomate al curry (“Currywurst”) y la albóndiga gigante (“Boulette”).  

Los platos son generosos, por lo que te recomendamos que pidas únicamente un primero o un segundo.

¿Qué espectáculos ver?

Para saber qué espectáculos puedes ver solo tienes que hacerte con uno de los tres periódicos que informan sobre espectáculos. También puedes consultar los “pirulís” para publicidad. Si quieres asistir a un musical o a la ópera, consulta en los teatros. 





Festivales y conciertos

Berlín ofrece muchos festivales, conciertos y fiestas a lo largo del año.

En febrero Berlín se viste de magia y glamour para recibir el Festival de Cine,  que es el segundo más grande del mundo.  Este certamen se lleva celebrando desde 1951, pero fue a partir de 1956 cuando adquirió carácter oficial. Un jurado internacional es el encargado de decidir quién es el ganador del Oso de Oro y quién el Oso de plata. El festival acoge a autores de todas las nacionalidades y ha premiado a directores como Polanski, Pasolini, Bergman… También directores españoles como Saura y muchos otros han conseguido el Oso de Oro. A Fernando Fernán Gómez le fue concedido en reconocimiento a toda su carrera.

En el mes de junio tiene lugar el Christopher Street Day, un gran desfile gay que transcurre por las calles de la ciudad.

Y si te gusta el techno, no te puedes perder el Love Parade que se organiza en julio.

En septiembre un centenar de autores se dan cita en el Festival Internacional de Literatura, donde comparten con el público sus creaciones y opinan sobre temas de actualidad cultural y política en los simposios organizados.

Si lo tuyo es la cerveza nada mejor que visitar la ciudad en octubre y participar de la Oktoberfest. Hay cientos de puestos con más de mil tipos de cerveza. Se ameniza la fiesta con espectáculos de música y entretenimiento.

A primeros de noviembre se celebra el Festival de Jazz, “Jazzfest”, un festival que desde hace 40 años reúne a numerosos artistas internacionales y ofrece  un gran número de conciertos para deleite de los amantes del jazz.

Si prefieres viajar en Navidad podrás disfrutar de los Mercados de Navidad. Visita el mercado de Navidad nostálgico. Está ante el palacio de la Ópera, en el gran paseo Unter den Linden. Pasea por el mercado, toma un poco del famoso vino caliente (“Glühwein”) para entrar en calor y compra regalos originales hechos por artesanos y artistas.

Curiosidades

Alguna curiosidad de la ciudad de Berlín es que en casi todos los distritos hay una piscina. Algunas de ellas cuentan con saunas y también con aparatos de masaje.

A los berlineses le gusta navegar por el río, es una de las actividades más populares. Los turistas también pueden practicar esta actividad, las barcas para turistas pasan por los canales y hacen un recorrido por los parques y castillos.

Vida nocturna en Berlín

Berlín ofrece un amplio abanico de actividades para disfrutar de la vida nocturna. Sean cuales sean tus gustos, siempre encontrarás algo para hacer.
 
Tienes que saber que en Berlín no existen zonas de fiesta como aquí. Existen algunos barrios o calles donde hay algunos bares de copas pero no están tan concentrados como aquí.

En general se respeta bastante el sueño de los vecinos, el silencio de las calles, por lo que no es frecuente ir de bar en bar toda la noche.

La vida nocturna en Berlín es muy variada por lo que es importante que decidas qué quieres hacer y consultes los locales, porque muchos clubes varían de estilo en función del día de la semana: un día pueden ofrecer música pop y al siguiente jazz. Es importante que te informes, para ello solo debes consultar internet. La mayoría de bares y clubes tienen sus sitios webs donde te informarán del tipo de música, horario del local, el precio de la entrada e incluso la carta de bebidas.

Antes de salir es conveniente que elijas a qué local quieres ir y busques alternativas cercanas por si está lleno y no consigues entrar o por si no te gusta. De lo contrario puedes perder la noche yendo de un lugar a otro de la ciudad y sin encontrar algo que te guste.

Berlín es conocida como la capital mundial del techno. A buena parte de la gente joven le gusta este género de música electrónica, por lo que es frecuente en muchos locales. Esto no significa que no puedas encontrar otras alternativas como el pop, el rock, el jazz, etc. en muchos otros clubes.

La ropa importa

Algunos bares exigen una ropa determinada acorde con el evento que organicen. Así por ejemplo, te puede pedir que se vista de forma elegante, o de rockero, o que se lleve una prenda determinada…

Los porteros y su capacidad de decisión

Muchas veces son los porteros de las discotecas quienes deciden quien entra o no a la discoteca en cuestión. En estos casos lo mejor es vestir ropa que no llame mucho la atención e ir en grupos pequeños y sin armar jaleo.

Los locales clandestinos

Otra forma de ocio en Berlín es acudir a fiestas clandestinas o secretas.
Son fiestas en las que se pide una contraseña al entrar, o el local donde se celebra la fiesta está en un plano de tirada limitada que solo unos pocos consiguen. La contraseña o el plano se transmite o distribuye de forma personal. Estas fiestas también se suelen organizar a través de las redes sociales.

Los precios

Normalmente se cobra entrada en todas las discotecas y clubes. El precio depende del día, la fiesta que se organice y dónde esté situado el local. Los precios oscilan entre 3 euros los más baratos a 14 ó 15 los más caros.

Con el precio de entrada no se incluye ni la copa ni el guardarropa.

El precio de las consumiciones también es muy variado: la cerveza suele costar unos 3 € y la copas a partir de 5 €, aunque depende de cada local.

Una cosa que es importante conocer es si los vasos o botellas llevan incluido el “Pfand”, que es una fianza adicional de entre 50 céntimos y 1 euro que te reembolsan en el bar al devolver el recipiente.

Las propinas

En Berlín y en toda Alemania es obligatorio dejar propina. No depende, como aquí, de la decisión del cliente, y tampoco se limita al ámbito de los bares y restaurantes.

En Berlín es casi obligatorio añadir a la cuenta el 10% de propina, siempre y cuando te hayas sentado en una mesa y haya sido atendido por un camarero. Si por ejemplo, pides un café en la barra, no hay que incluir propina. 

¿Qué debes hacer a la hora de pagar?

Cuando te traigan la cuenta, debes indicarle al camarero cuánto debe cobrar. No dejes la propina encima de mesa, pues se considera de mal gusto.

Si vas en grupo, a la hora de pagar, no te sorprendas si el camarero te pregunta si cobra a escote o a cada uno lo suyo. Es algo muy habitual que cada comensal pague directamente al camarero. 

Propina por utilizar el lavabo

Otro lugar donde debes dejar propina es en el cuarto de baño. Muchos establecimientos como centros comerciales o cadenas de comida rápida contratan personal únicamente dedicado únicamente a mantener limpio los lavabos. Suelen estar sentados en la entrada y sobre alguna repisa verás un letrero en el que se indica la propina que hay que dejar, normalmente 50 céntimos, por utilizar el lavabo.

Consejos para moverse por la ciudad

Cuando viajes por Berlín es conveniente que lleves dinero encima, en efectivo, porque algunos locales, incluidos restaurantes, solo aceptan una tarjeta especial propia de Alemania, la EC-Karte. No aceptan las tarjetas débito o crédito habituales.

Si vas a estar unos meses en Alemania es aconsejable ir al banco y hacerse esta tarjeta. Con ella puedes pagar en los supermercados, las tiendas, las máquinas expendedoras de billetes, etc.

El precio del transporte en Berlín es bastante caro. Los billetes sencillos cuestan más de 2 euros y el abono diario más de 6. También existen otros tipos de billetes con descuentos, por ejemplo billetes para grupos, para estudiantes, billetes de fin de semana, etc. Es recomendable visitar el sitio web de transporte público berlinés e informarte de cuál es el billete que mejor te va. La dirección es www.bvg.de.

Además podrás consultar horarios y ver la forma más rápida de llegar a un determinado lugar.

El billete te permite viajar en todos los medios de transporte: autobuses urbanos, metro (U-Bahn), tren urbano (S-Bahn), tren regional dentro de la ciudad, tranvía, e incluso algunos barcos en determinadas zonas del río Spree.

Normalmente solo es necesario enseñar el billete al subir al autobús. En el resto de transporte se accede al vehículo sin pasar por ningún control. Esto no significa que se pueda viajar sin billete, se hacen controles aleatorios, sobre todo a las horas y en las líneas más frecuentadas. También en épocas donde es más habitual utilizar el transporte público (por ejemplo el comienzo del curso escolar). Debes comprar tu billete y así evitarás una multa.

Recorridos guiados

Si quieres pasear por la ciudad acompañado de alguien que te cuente detalles históricos y anecdóticos, puedes acceder a distintos recorridos guiados.

Si tu presupuesto es un poco ajustado, busca el que mejor se ajuste en “free tours” organizados por New Berlin (http://www.newberlintours.com) Podrás conocer algunos de los lugares más turísticos de la ciudad y solo tendrás que pagar el precio que te convenga.

Además de esta, tienes multitud de alternativas y recorridos. Puedes conocer el Berlín nazi, el Berlín comunista, el Berlín nocturno, el Berlín más alternativo…

Recuerdos de Berlín

En Berlín no hay muchísimas tiendas de recuerdos como sucede en otras ciudades de Europa, pero sí podrás encontrar bastantes en las zonas más turísticas, como los alrededores de la Alexanderplatz o en el paseo Unter den Linden. Podrás comprar artículos típicos con el nombre de algún monumento de la ciudad o algún objeto representativo como camisetas, llaveros, bolsos, platos, vasos, dedales…

Pero sin duda alguna, un recuerdo exclusivo de Berlín es un trozo de Muro, ya sea representado en postales o un pedacito en un bote, que viene con un certificado de autenticidad que prueba su procedencia.

Otro artículo original son los productos de las tiendas “Ampelmann” (las famosas figuras de los semáforos de la Alemania Oriental).

Si prefieres optar por productos alimenticios o bebidas típicas de la región, no hay una variedad de cerveza propia ni tampoco una salchicha típica de Berlín.


VIAJES

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BERLIN TIENE TRES AEROPUERTOS

Los siguientes son los aeropuertos con rutas bajo coste de Berlin, para más información haga click en el nombre del Aeropuerto:

Aeropuerto Berlin - Brandenburg / Schönefeld
Grünbergallee - 12521- Berlin
Código del Aeropuerto: SXF.
Teléfono de Información: 180-5000 186.
Ubicación: 18 Km., del centro de Berlín.

Aeropuerto Berlín - Tegel
Saatwinkler Damm - 13403- Berlin
Código del Aeropuerto: TXL.
Teléfono de Información: 180 500 0186.
Ubicación: 8 Km. del centro de Berlín.

Aeropuerto Berlín - Tempelhof
Tempelhofer Damm 1- 12101- Berlin
Código del Aeropuerto: THF.
Teléfono de Información: 180 500 0186.
Ubicación: 6 Km. del centro de Berlín.

Un viaje en taxi desde el Aeropuerto a la zona del Centro-Oeste de Berlin:

de Aeropuerto Tegel: dura 15 - 25 minutos
de Aeropuerto Tempelhof: dura 15 - 20 minutos
de Aeropuerto Schönefeldl: dura 35 - 40 minutos










Lecturas recomendadas: 

Sombras sobre Berlín, Volker Kutscher, Ediciones B.

El diario de Anna Frank, Anna Frank.


Antes del diluvio, Otto Friedrich. Plaza & Janés

La dama de Berlín,  Dan Frank. Seix Barral.

No hay cielo sobre Berlín, Helga Schneider. Editorial Salamandra.

Adiós a Berlín, Christopher Isherwood. El Taller de Mario Muchnik.

Infancia en Berlín hacia 1900, Walter Benjamin. Alfaguara

Berlín: después del Muro. Antología, Jurgen Becker. Fondo de Cultura Económica de España.

El muro: crecer bajo el Telón de Acero, Peter Sis. Norma Editorial, S.A.

Diplomacia.  Henry Kissinger. Ediciones B

Historia del Tercer Reich,  Willem Shirer, Océano

Holocausto, Gerald Green. Plaza & Janés.


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