miércoles, 4 de enero de 2012

Viajar a Belén, Israel, Palestina

Para viajar a Belén seguir este enlace

Viajar a Israel


Belén, Israel, Palestina


BELÉN Y TIERRA SANTA

En estos días de fiestas navideñas os proponemos un destino que tiene mucho que ver con ellas. Nuestro viaje mental de hoy es a Israel y Palestina, donde visitaremos ciudades como Jerusalén, Nazaret o Belén.

Se trata de una zona con muchísima cultura, quizá sean los lugares con más historia del mundo. Tres grandes culturas: el judaísmo, el islam y el cristianismo, dejaron su huella en los monumentos de la zona.


Viajar a Israel y Palestina se convierte en un viaje fascinante en el tiempo. Cuentan con un rico patrimonio cultural que va desde la arqueología bíblica hasta la realidad de hoy en día.
Si os gusta la naturaleza os sorprenderá la gran variedad de paisajes que tienen, donde podréis combinar el turismo de costa con el ecoturismo.

Israel se sitúa en el sureste de Asia, entre el Mediterráneo y los desiertos de Siria y Arabia. Aunque su tierra es muy antigua, como país tiene poco más de 50 años. A lo largo de este tiempo sus fronteras se han visto sometidas a continuos cambios provocados por diversos conflictos bélicos mantenidos con los países árabes vecinos.
Tiene una extensión de algo más de 21.000 km2, más o menos como la provincia de Badajoz.
Su territorio puede segmentarse en cuatro regiones bastante bien diferenciadas. Son: la llanura litoral, la región montañosa central, el valle del Rift y el desierto de Negev.




Israel dispone de muchos recursos físicos y humanos. Las condiciones físicas, sociales y políticas que han sufrido les han llevado a desarrollar su industria y su agricultura.

En cuanto a la flora y fauna, muchos de sus bosques de encinas ya han desaparecido. De entre los animales de la zona destacan las gacelas, y también los reptiles.

Palestina se sitúa en la costa oriental del mar Mediterráneo, al oeste de Jordania y al sur de Líbano. Tiene una extensión de unos 26.500 km2.

La historia de Palestina se puede conocer a través de sus ciudades: Jerusalén, Belén, Jericó, Gaza, Hebrón y otras muchas.

Se encuentra en el corazón del mundo antiguo, al suroeste del continente asiático, en el extremo este del Mar Mediterráneo. Es un puente que enlaza Asia, África y Europa, con salida al Mar Rojo, y al Océano Índico.

A lo largo de su historia han pasado por sus tierras numerosas civilizaciones y han sufrido distintas invasiones. Todos los invasores que dominaron zonas de Asia y África trataron de expandir su control hacia Palestina. Así lo hicieron los asirios, los romanos, los egipcios o los bizantinos.

Durante la Edad Media, cruzados y musulmanes se disputaron el control de los Santos Lugares, dando paso a numerosos combates que costaron la vida de miles de personas.

Cómo moverse

En el mismo aeropuerto podéis alquilar un coche, o bien alquilarlo previamente. Las carreteras son buenas, pero hay que tener en cuenta que los conductores de la zona suelen conducir muy rápido y los accidentes son frecuentes.

Para alquilar un coche es necesario tener 21 años y permiso de conducir de más de un año de antigüedad.
 
Los coches pueden tener matrícula azul o amarilla. Para viajar por los territorios ocupados es más conveniente alquilar un coche con matrícula azul. Las amarillas pueden estar mal vistas, porque son las que utilizan los israelíes y los residentes de Jerusalén.

Israel cuenta con una línea de autobuses que une las principales ciudades del país, y para moverse por la ciudad se puede utilizar las líneas regulares de autobuses.

Si preferís optar por el taxi, debéis saber que no suelen ser caros y además disponen de taxímetro.

El autobús es muy práctico para viajar de forma barata. El Israbus Pass es un bono válido de una a cuatro semanas, que resulta bastante rentable si vais a viajar mucho.

Los taxis colectivos (sheruts) enlazan con las principales ciudades casi por el mismo precio que los autobuses. Llevan a siete pasajeros y el itinerario es fijo.

Para recorrer las ciudades de la zona palestina también podéis recurrir a los autobuses.


Dinero
La moneda israelí es el nuevo shekel, que se divide en 100 agorot.

Es fácil encontrar oficinas de cambio. El uso de las tarjetas de crédito internacionales (Visa, American Express, Eurocard, etc.) está muy extendido por lo que no suele haber problemas con esta forma de pago. Todos los bancos cambian cheques de viaje tanto en euros como en dólares.  Los bancos abren de domingo a jueves de 08:30 a 12:30 h y de 16:00 a 17:30 h. Cierran los miércoles y viernes por la tarde y los sábados.

También debéis saber que en muchos comercios se acepta el pago en divisas extranjeras (dólares, euros). En cuanto a los cajeros automáticos, encontraréis en el aeropuerto y en las ciudades principales.

En Palestina hay tres tipos de moneda: el nuevo shekel israelí, el dinar jordano y el dólar.

Podéis cambiar dinero en los bancos, en las oficinas de cambio y en los hoteles. También podéis utilizar cheques de viaje y tarjetas de crédito internacionales.

Formas de alojarse

Algunos israelíes han abierto hoteles, se llaman kibutz. Este tipo de alojamiento os permitirá conocer de verdad a los israelíes. Hay unos treinta "kibutz" en todo el país.
Otra alternativa mejor de precio son los hoteles religiosos. Podéis encontrar en Jerusalén y en los lugares de peregrinación. Ofrecen habitaciones o literas con desayuno incluido.
Si te gusta la arqueología, puedes participar en una de las numerosas excavaciones arqueológicas abiertas en verano. No necesitas ninguna cualificación en particular, todo el mundo puede participar (única condición: haber cumplido los dieciocho años).

Medidas de seguridad

Los avatares políticos del Estado Hebreo y las tensiones que la situación genera requieren una cierta precaución. En las grandes ciudades, y especialmente  en Jerusalén, es conveniente evitar las multitudes, debido a las amenazas de atentados. Lo mejor es que una vez allí os informéis de las medidas de seguridad locales.

Medidas a tener en cuenta
Debéis tener cuidado a la hora 
de tomar fotografías porque tanto las autoridades militares como la policía suelen ser bastante reacios fuera de las áreas turísticas. También debéis saber que no se puede fotografiar al personal militar ni los puestos fronterizos.

Los idiomas

En Israel se habla hebreo moderno y árabe como lenguas oficiales. También se habla inglés, francés y ruso.

En Palestina, el idioma oficial es el árabe. También se habla inglés, y en menos mediad francés y alemán.

Cultura

Los lugares que más interés suscitan de estas dos zonas están relacionados con la religión, especialmente con la cultura religiosa de occidente. Hay centros muy significativos para la religión cristiana, musulmana y judía. Muchos de estos lugares se conocen por los relatos religiosos. Son sitios históricos, santos para una inmensa mayoría de creyentes, que se encuentran junto a restos y vestigios de otras civilizaciones como fueron los romanos, los cruzados o los árabes.

En la antigua ciudad de Cesárea quedan restos de la estancia de los romanos, los bizantinos y los cruzados en Israel. El teatro romano ha sido reconstruido y actualmente se hacen en él representaciones de teatro, de música y de danza.

Del periodo filisteo se conserva la antigua ciudad de Beit Shean, y en Haifa está el santuario Bahai y los jardines persas.

De los cruzados y sus luchas con los árabes queda la fortificación medieval de San Juan de Acre. Aquí también hay ruinas árabes de la época en que se asentaron en la ciudad.


De entre los lugares con un gran peso religioso y que se conocen por la Biblia están:

Cafarnaum, donde se produjo la multiplicación de los panes y los peces. También está la casa de San Pedro y una antigua Sinagoga del siglo III.

Nazaret. Aquí se puede visitar la basílica de la Anunciación, la fuente de María y la carpintería de San José.

Belén, donde está la basílica de la Natividad y la iglesia de Santa Catalina. La basílica de la Natividad se construyó sobre el lugar en que nació Jesucristo.

En el monte Carmelo se ubica el monasterio de Estrella de Mar (Stella Maris).Todos estos lugares son de gran belleza y tienen un gran significado por estar relacionados con la vida de Jesús, pero sin duda alguna el mayor reclamo es Jerusalén.

Los primeros asentamientos en las rocosas colinas de Judea se dieron hace más de 4.000 años.

En el año 1500 a. de C., los jebuseos (una tribu cananea. Canaán: antigua región del Próximo Oriente) edificaron una ciudad fortificada, que unos 50 años después la conquistaron los israelíes por orden del rey David. En el monte Sión David fundó Jerusalén (Yerushalayim) como capital de las tribus unificadas de Israel. El hijo de David, Salomón, levantó un templo en la ciudad con el objetivo de guardar el Arca de la Alianza, que era su reliquia más preciada.
Años más tarde la ciudad sufrió el asedio de los egipcios, los babilonios, las tropas de Alejandro Magno, los sirios y los romanos. Fueron estos los que destruyeron el templo donde estaba el Arca de la Alianza y se la llevaron a Roma. Del templo únicamente queda una parte de sus murallas del lado oeste. Hoy en día es el Muro de las Lamentaciones.
En Jerusalén podéis visitar la iglesia del Santo Sepulcro, construida inicialmente en el monte Gólgota por Constantino. Tras varios ataques, fue restaurada por los cruzados en el 1149.
También podréis conocer: la Ciudadela; el recinto amurallado de Jerusalén; la Cúpula de la Roca, construida en el años 685 y reformada en 1561 por Suleiman en 1561, ahora es el monumento islámico más antiguo de la ciudad y señala el lugar desde el que el profeta Mahoma ascendió a los Cielos; el Muro de las Lamentaciones, vestigio del templo donde se guarda el Arca de la Alianza. Es el segundo templo que se edificó; la basílica de la Agonial; la Vía Dolorosa, que coincide con el recorrido que Jesucristo hizo con la cruz a cuestas. Se pueden ver los sitios donde se apoyó en su agónico camino; la iglesia de la Flagelación; la capilla de la Condena; el Calvario; el huerto de Getsemaní, donde Jesucristo fue cogido; el Cenáculo, donde se celebró la Última Cena; el monte Sión, lugar donde está la tumba del rey David; el monte del Templo, con las mezquitas de Omar y de Aksa; la Sinagoga Central Yeshurun y la de Mea Sharim o la basílica de la Dormición.
También hay otros sitios que visitar relacionados con épocas más recientes, como la Knesset, sede del parlamento israelí, el Santuario del Libro, donde se exponen los Manuscritos del Mar Muerto; y el Museo del Holocausto.


La sociedad palestina

Es bastante conservadora. La mayoría de las familias es de religión islámica, aunque también hay un considerable número de familias cristianas en algunas ciudades y pueblos. Las áreas de control israelí son principalmente judías. La gente se viste de manera discreta. Es preferible que los turistas no lleven ropa muy provocativa, como shorts o faldas cortas para las mujeres.

Lugares

Tel Aviv-Yaffo
En 1909 un grupo de israelíes que vivían en Yaffo compraron una zona de áridas dunas a los turcos, que por entonces gobernaban Palestina. Se empezaron a construir edificios, así se originó Tel Aviv. En 1948 se unió a Yaffo y constituyeron una única ciudad. Actualmente es el centro administrativo, financiero y cultural del país.

Mantiene un aspecto similar al de las ciudades europeas. Presenta edificios modernos que albergan museos, teatros, salas de conciertos, etc., y también sitios como el Zoco Ha Carmel con ambiente de mercado tradicional.

Entre los lugares más interesantes están La Torre Shalom, que es la primera construcción de cemento que se construyó en la zona. Tiene una altura de 37 plantas y ofrece unas vistas fantásticas.

Si algo caracteriza a Tel Aviv son sus edificios de estilo arquitectónico Bauhaus. La ciudad tiene más de 4.000 construcciones de este estilo, este conjunto de edificios se conoce como la Ciudad Blanca, y fue  proclamada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 2003.
Estas edificaciones, creadas entre 1931 y 1956, fueron diseñadas por arquitectos que habían estudiado en Europa y que adaptaron el estilo moderno a la cultura y a las condiciones climáticas de Tel Aviv.

Yaffo (la bella) se originó en una colina que delimita dos bahías naturales con un puerto construido en el año 142 a de C. Hoy en día se ha convertido en un distrito de Tel Aviv. Presenta un bonito casco antiguo donde podréis visitar el antiguo puerto donde está la Roca de Andrómeda; también podréis ver la iglesia de San Jorge en el barrio Árabe y otras construcciones como la mezquita El Mamudiya, el Museo de Antigüedades o las ruinas de la antigua ciudad romana.

Paseando por las callejuelas del casco antiguo podréis recorrer las calles del horóscopo, una zona donde las calles tienen nombres de los signos del zodiaco.
  
Nazaret

Seguro que la zona de la que ahora vamos a hablar os sonará mucho. Se trata de Nazaret, el lugar donde, según la Biblia, un ángel anunció a María su divina concepción. 
En Nazaret contrastan dos zonas: la parte más antigua y la más moderna, esta última se ha desarrollado considerablemente. 

Pasear por Nazaret es ir a la iglesia de San José, en cuyo subsuelo hay una pila bautismal judeocristiana hecha con piedras negras y blancas; acercarse al convento de las Hermanas de Nazaret, que está situado sobre un antiguo cementerio; visitar la Basílica de la Anunciación que data de 1968 y contrasta con las demás construcciones por su moderna arquitectura. Está edificada en una zona donde anteriormente se erigía una iglesia franciscana. Las obras de construcción, sacaron al aire numerosas muestras antiguas. Las podéis ver en el Museo Franciscano.

Otra iglesia de gran importancia para el cristianismo es la iglesia de Mensa Christi. Se encuentra justo en el lugar donde se supone que tras la Resurrección, Jesús comió con sus discípulos.

Podéis subir al Monte Tabor y también recorrer el Mercado Árabe, donde encontraréis gran variedad de artículos.

Y si os acercáis al Beit Shean, podréis visitar el anfiteatro romano o ver los mosaicos bizantinos que se guardan en el Museo Arqueológico.

Jerusalén

Y siguiendo con nuestro viaje mental llegamos a Jerusalén. Urushalim era el nombre de una ciudad habitada por los jebuseos, quienes edificaron una muralla de 3 m de grosor, que la delimitaba. Esta muralla se mantuvo hasta el s. VIII a.C. 

Las culturas que conquistaron la ciudad a lo largo de los años ampliaron y mejoraron la fortificación, aunque son pocos los vestigios que quedan. La muralla que rodea la Ciudad Vieja de Jerusalén fue edificada entre 1537 y 1542 por Soleiman el Magnífico sobre los antiguos muros romanos. Tiene 8 puertas de entrada, de entre las que destacan la de San Esteban, la Dorada, la de Damasco y la de Sión. En la puerta de Sión podréis ver las huellas que dejaron los proyectiles que impactaron sobre ella durante la guerra de 1948. También cuenta con 35 torres defensivas. Su perímetro es de 4.870 m y su altura es de 12 m. Hoy en día se mantiene casi como era en la época de Soleiman.

Como comentábamos antes, el rey Salomón, hijo de David, mandó edificar un templo en el que guardó el Arca de la Alianza, aquí estaban las Tablas de la Ley que Dios le dio a Moisés.
El Arca de la Alianza era una caja de madera de acacia forrada de oro. Representaba la presencia de Yaveh. Resistió a varios saqueos (de los egipcios, babilonios, Alejandro Magno) y a la destrucción del templo en el año 168 a.C.

En el año 37 a.C. el templo fue construido de nuevo por orden de Herodes El Grande, pero posteriormente lo destruyeron y  únicamente quedó en pie el muro oeste. El Arca fue sacada del templo y trasladada a Roma donde desapareció.

Tras la destrucción del templo los judíos acudían a sus ruinas a llorar y rezar. Los romanos les pidieron un canon para poder acceder al lugar. Después de la edificación de la Cúpula de la Roca, solo quedó un trozo de muro del recinto sagrado. En el siglo XVI, Soulimán reconoció los restos del templo como sagrados para los judíos y permitió su libre acceso.

Actualmente es conocido como el Muro de las Lamentaciones, porque aquí van los judíos a rezar y a lamentarse por su destrucción. Tiene una altura de 15 m. La parte inferior es de la época de Salomón y la parte superior se corresponde con el segundo muro.

Según la tradición hebraica, la presencia de Dios, la shehina, siempre estuvo en el muro. Se dice que el propio Todopoderoso determinó que el muro nunca sería destruido. Muchos judíos escriben sus deseos en trozos de papel que luego depositan en huecos y grietas del muro. Esta acción es para ellos casi como entregárselo en propia mano a Dios.

El Santo Sepulcro

Otra zona para visitar es el Santo Sepulcro.
 
Después de la muerte de Jesús se construyó el Templo de Venus en la cima del monte Gólgota que permaneció allí hasta el S.IV d.C.

El emperador Constantino I declaró la fe cristiana como religión del imperio romano en el año 324. Su madre, Elena, quiso que Jerusalén fuera la capital del cristianismo.

En el año 326 empieza las obras para la edificación de un templo que protegiera el lugar donde Cristo había sido sacrificado y su tumba. Durante los trabajos de construcción se hallaron reliquias de la cruz en la que murió Jesucristo. La iglesia edificada es conocida como la iglesia del Santo Sepulcro y se encuentra en el barrio cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén, al final de la Vía Dolorosa, el camino que recorrió Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario.

El edificio sufrió los avatares de la guerra, pero en el año 1149 fue restaurado por los cruzados. Se pueden apreciar estilos arquitectónicos muy distintos debido a las obras a las que ha sido sometido a lo largo de la historia. Está organizado en dos partes: la basílica rectangular que está cubierta con un tejado; y la construcción redonda, que presenta una cúpula con el cenotafio (monumento funerario en el que no está el cuerpo de la persona a la que se dedica) de Cristo.

Llama la atención que en el interior del templo hay un saliente rocoso del monte Gólgota.

Monte de los Olivos

Siguiendo en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la parte este se sitúa el Monte de los Olivos, una necrópolis donde ya los jebuseos enterraban a sus muertos.

En la parte izquierda del Monte se encuentra el Cementerio Judío en el que está la tumba de la Virgen María, el lugar donde descanso antes de su ascensión a los Cielos.

Otra característica de este monte es que da cobijo al huerto de Getsemaní, una zona de olivos, en la que Jesús estuvo orando con sus discípulos antes de ser detenido por los romanos. Al morir Jesucristo, este lugar fue centro de reunión para los primeros cristianos donde iban a rezar.  Con el tiempo el huerto pasó a ser lugar de peregrinación en el que se levantaron varias iglesias. A principios del S.XX se construyó la iglesia que podréis ver actualmente. Recubre la Roca de la Agonía, que es la piedra en la Jesús estuvo rezando la noche que fue capturado.

Las mezquitas de Jerusalén

La Explanada del Templo (Haram el Sherif) ocupa una gran parte de la zona amurallada de Jerusalén. Está considerada como una única mezquita, aunque está integrada por varios templos musulmanes. De entre ellos destaca la Cúpula de la Roca (en árabe Qubbat el Sakkra).

En los años 688 a 691, con la ciudad bajo dominio musulmán, se edificó una de las mezquitas más importantes de Jerusalén, es el monumento islámico más antiguo de la ciudad. La Cúpula de la Roca también es conocida como la Mezquita de Omar.

Posteriormente, en 1561, el sultán otomano Suleiman decoró con mármoles el interior y con mosaicos persas el exterior.

El santuario tiene una gran cúpula revestida en oro que sobresale del paisaje de la ciudad. El monumento señala la zona desde la que Mahoma ascendió a los Cielos. Bajo la cúpula está la roca en la que Abraham inmoló un cordero en lugar de su hijo Isaac, por lo también para los cristianos es un sitio sagrado.

La mezquita El-Aqsa originariamente es del año 705, pero se remodeló en el 1035. Fue transformada en iglesia y luego de nuevo volvió a ser una mezquita. Todo esto ha hecho que el santuario tenga una combinación de estilos atípica. Es además la mayor de Jerusalén.
Otras mezquitas son la Cúpula de la Cadena, construida en honor a Salomón, a quien los musulmanes consideran un gran profeta; y la Cúpula de la Ascensión, que conmemora el viaje nocturno de Mahoma y su ascensión desde la roca santa.

Siguiendo con el recorrido por Jerusalén podéis dedicar unos días a visitar los museos de la ciudad. Para conocer toda la historia de Jerusalén, las diferentes épocas por las que pasa y cómo eran sus habitantes debéis ir al museo de la Torre de David. Si queréis saber sobre la civilización palestina, el Museo Rockefeller se centra en su historia. El museo de Arte Islámico expone manuscritos, monedas y utensilios del arte islámico.

Otro que tampoco debéis perderos es el Museo de Israel. Se divide en varios espacios como el Santuario del Libro, que conserva los Rollos del mar Muerto bajo una cúpula con un diseño sorprendente. También podréis ver otros manuscritos hebreos; la parte arqueológica muestra las diferentes culturas que habitaron la zona desde la prehistoria hasta la conquista musulmana; y el área de Bellas Artes, en el que se muestra una de las mejores colecciones de arte judío que acogen obras modernas y contemporáneas y también un jardín con esculturas de Billy Rose.


Belén


A tan solo 8 km al sur Jerusalén se localiza la ciudad de Belén, lugar en el que nació Jesucristo, por lo que es centro de la peregrinación cristiana. Esta ciudad está bajo administración de la Autoridad Nacional Palestina. Para llegar hasta aquí desde Jerusalén podéis utilizar el autobús o un taxi colectivo.

En esta urbe hay gran cantidad de iglesias y edificios en recuerdo del nacimiento de Jesucristo. Entre todas las construcciones sobresale la Iglesia de la Natividad, que descansa sobre la cueva en la que nació Jesús. La primera construcción se remonta al reinado de Constantino I. Se accede por un pequeño patio enlosado. Su interior se caracteriza por recoger diversidad de capillas y lugares de culto de distintas confesiones cristianas. También se puede ver una cripta abovedada conocida como la gruta donde supuestamente nació Jesucristo. A la cueva del nacimiento se baja por dos escaleras cortas. El piso de la cueva está cubierto de mármol y el sitio donde tuvo lugar el nacimiento está marcado por una estrella de plata, en la que están inscritas las palabras: “Aquí, de la Virgen María, nació Cristo Jesús” ("Hic De Virgine Maria Iesus Christus Natus Est").

A la izquierda de la iglesia hay una puerta que comunica con la iglesia de Santa Catalina, donde se celebra la tradicional misa del Gallo cada 24 de diciembre, que es retransmitida por televisión.

Cerca de esta iglesia de la Natividad, está la Gruta de la Leche. Es una formación natural en la que al parecer la Virgen María, José y el niño Jesús se escondieron de la matanza de los inocentes.  A María se le cayó una gota de leche mientras dada de mamar a Jesús y la piedra donde cayó se volvió de color blanca. Muchos  cristianos y musulmanes piensan que la roca aumenta la fertilidad, por lo que algunas mujeres la visitan para poder tener hijos en el futuro.
Otro lugar que no os podéis perder es el Herodión, un amplio conjunto arquitectónico destinado a ser palacio, fortaleza y mausoleo de Herodes El Grande. Este impresionante lugar presenta dos áreas: el palacio fortaleza y la ciudad baja.

A unos 2 km de Belén se encuentra Bet Sahur, donde se están las ruinas de un monasterio bizantino destruido por los persas en el año 614; y el monte de los pastores, aquí el ángel Gabriel visitó a los pastores y les anunció la llegada del Mesías.

Otros sitios para visitar de Belén son la mezquita de Omar; el museo de Belén; el mercado local y la Tumba de Raquel.

Cesarea

Su nombre viene de César Augusto. Durante mucho tiempo fue una urbe muy importante para los romanos, los bizantinos y los cruzados.

La mandó edificar Herodes encima de una construcción fenicia. Pronto fue el mayor puerto de Oriente. Era una ciudad muy bien equipada, disponía de teatros, acueductos, sistemas de irrigación, carreteras, etc.

Los romanos la convirtieron en capital de Judea en el año 6 d.C. Posteriormente, y ya en manos de los bizantinos y demás conquistadores, fue ampliándose. A partir de 1265 empezó a no ser considerada tan relevante hasta 1878 que volvió a renacer.

Según cuenta la historia en esta ciudad, allá por el año 58, el apóstol Pablo fue prendido y casi murió a manos de los judíos.

Paseando por aquí podréis ver el Anfiteatro romano, que se abre al hacia el mar; el Acueducto, con una extensión de 9 km de largo; el Palacio de Herodes, que tiene un estanque excavado en la roca; el Hipódromo con 320 m de largo; la muralla bizantina; y la Fortaleza de los Cruzados, en la que hay calles de mármol y pórticos muy amplios pórticos.


Haifa

Es una ciudad con muchísimos años de historia. Los restos del primer sentamiento datan del siglo IV a.C. En ella vivieron los fenicios, los griegos, los bizantinos, los árabes. Fue conquistada por los cruzados y más tarde fue ocupada por los mamelucos y los turcos. 

A principios del siglo XX empieza a darse un gran flujo de inmigrantes, especialmente de judíos que se trasladan a Haifa. Esto le supuso un gran desarrollo económico.

Actualmente Haifa es una ciudad con lujosas residencias y centros de negocios, y también con barrios populares instalados en las laderas del monte Carmelo.

El monte Carmelo tiene una altitud de 500 m, y es uno de los puntos más turísticos. Antiguamente estaba lleno de viñas, de ahí su nombre: Carmelo significa viñas del Señor. En la parte alta del monte se encuentran numerosos hoteles y zonas residenciales de lujo. Desde la cima del monte las vistas sobre la bahía son muy bonitas. 

Si queréis disfrutar de unos días de museos en Haifa tenéis varios: el Museo de Haifa, en el que se exponen restos que han sido encontrados en el monte Carmelo o en Cesarea; el Museo Arqueológico; y el Museo de la Inmigración Clandestina, en el que se recoge la historia del buque Exodus que no pudo atracar en Haifa.

Otros lugares que no os podéis perder son el Monasterio de los Carmelitas, cuyo interior está recubierto de mármol y frescos sobre el profeta Elías; y el Templo Bahai, famoso por su cúpula dorada.

San Juan de Acre

La ciudad se llama así desde el año 1104 cuando cayó en manos de los caballeros cristianos. En ella instalaron la orden hospitalaria de San Juan, su cuartel general, y fue por eso por lo que desde entonces se llamó San Juan de Acre. Durante muchos años esta ciudad fue la capital del reino en Tierra Santa.

Antiguamente era conocida como Akko o Acre. Sus orígenes son muy remotos. Su mayor posesión es su puerto, que ha interesado mucho a todos los imperios que la han conquistado a lo largo de la historia.

Las ruinas de la ciudad de los cruzados fueron la base para la actual ciudad. En la parte alta se puede ver La Ciudadela, que en otro tiempo fue prisión de los nacionalistas israelíes. Se encuentra sobre las ruinas de la antigua fortaleza cruzada. Los restos de esta han quedado soterrados y hoy en día componen la Ciudadela Subterránea de los cruzados, llena de pasillos y cámaras. El eje central es la sala de reunión del consejo, que hacía la función de iglesia y de refectorio.

Otros lugares a los que debéis ir son:

los caravanserai, sobre todo el de el-Umdan, con su hilera de arcadas. Data de 1785. El Shawarda y el Afranj también son edificios creados especialmente para las caravanas.   
La mezquita de el-Jazzar. La mandó construir El Jazzar en 1781. Se caracteriza por su cúpula verde y su minarete. El interior está decorado con mármoles de diferentes colores, cerámicas y citas del Corán. Aquí se encuentran los mausoleos El Jazzar y Soliman Pachá, hechos de mármol blanco.
Los zocos, recorrerlos es conocer la ciudad. Además podréis hacer muchas compras.
El puerto desde donde podréis contemplar la parte antigua de la ciudad y los edificios mañas representativos.

Otras actividades

Si os gusta caminar, los paisajes de los que podréis disfrutar en toda esta zona son muy variados, podéis incluso visitar un cráter, el  Maktesh Ramon en el Negev.
También podéis montar a caballo en los numerosos centros de Galilea, Golan y Tel Aviv.

si os gustan los deportes acuáticos podéis practicar el windsurf, la vela, el esquí acuático y el buceo en las playas de Tel Aviv y de Eliat.

Si os gusta bucear y queréis vivir una experiencia única debéis ir a  Cesarea, donde podréis bucear a través de las ruinas de la ciudad de Herodes.

Gastronomía

En Israel hay una variada oferta gastronómica, que va desde los restaurantes de comida rápida hasta los especializados en platos árabes.

En la gastronomía israelí se mezcla la cocina árabe y hebrea. Algunos platos típicos son el cordero con pasas, el felafel, el hummus o el estofado de carne y legumbres.
También son típicos el pan ácimo y los vinos dulces.

En cuanto a la comida de Oriente Medio, es típico los mezzes (entrantes variados), el humus (puré de garbanzos) o la carne asada.

También podéis degustar en algún puestecillo unos falafels (albóndigas de garbanzo fritas) y chawarma (carne de cordero asada), que se sirve dentro de una pita.

La comida yemenita tiene como base los mismos platos, pero con más especias perfumadas. También es típico el foul (plato con habas).

La comida judía de Centroeuropa tiene como especialidad la col con champiñones o el pastel de patata.

Se debe tener en cuenta que en la mayoría de los establecimientos judíos rige el precepto del kosher, esto significa que  algunos alimentos como el cerdo y el marisco no están permitidos. Tampoco la carne y los productos lácteos pueden ser servidos en una misma comida.
En los centros turísticos es fácil encontrar restaurantes no kosher.


Propinas

El servicio no está incluido en la cuenta del restaurante, por lo que hay que dejar una propina de aproximadamente el 10%.
No se normal dar propina en los taxis.

Recuerdos y compras


A todo lo largo del país hay coloridos mercados orientales y bazares en los que se venden productos de cristal soplado o de hechos de madera, madreperla, cuero o paja. Entre los artículos más buscados están los candelabros de siete brazos y los narguiles, grandes pipas para fumar.

Más objetos que podéis adquirir son:

·       los productos artesanales de inspiración judía tales como los mezuzahs (cajitas de plata, metal o madera con un pergamino enrollado, en el que aparecen dos extractos del Deuteronomio). Se colocan en todas las puertas de las casas israelíes, menos en las de los cuartos de baño; y los menorahs (joyas, orfebrería...)
·       diamantes  y joyas de diseño exclusivo en las que es conveniente buscar el sello de calidad.
Es importante saber que si pagáis con divisas extranjeras, las tiendas reconocidas por el Ministerio de Turismo hacen una reducción inmediata del 5%, y también la devolución de impuestos para las compras superiores a 45 euros (en el aeropuerto al presentar la factura os devolverán el IVA).

En los zocos árabes podréis adquirir alfombras orientales, ropa de moda, antigüedades, bordados, cerámica y orfebrería. En los Jerusalén, concretamente, podréis comprar  bordados de Palestina, artículos de cobre, especias... También encontraréis objetos religiosos: cruces de madera, rosarios, etc.

En Belén son típicos los bordados y la artesanía de cristal, madera de olivo y nácar.

Horarios

Las tiendas abren de domingo a jueves de 09:00 a 19:00 y los viernes solo por la mañana.
Para los judíos, el día de descanso es el sábado, por lo que todo está cerrado, excepto en las grandes ciudades y los lugares turísticos importantes.
Las tiendas musulmanas y cristianas tienen los mismos horarios, pero cierran los viernes y los domingos respectivamente.

Fiestas

La mayoría de las fiestas tiene un significado religioso, ya sea para los judíos, para los musulmanes o para cualquiera de las minorías que habitan el país. En cuanto a los días de la semana: los judíos descansan los sábados (sabbath), que empieza el viernes por la noche; el viernes es el día festivo para los musulmanes; y los cristianos descansan el domingo. Todo esto hay que tenerlo en cuenta en los días de apertura de los comercios.

Consejos

- La política es un tema muy sensible, evita hablar de este asunto.
- Respeta los lugares de culto: sé discreto y viste adecuadamente. En los barrios judíos ortodoxos, las mujeres es mejor que no lleven pantalón ya que está muy mal visto.
- En las mezquitas y casa musulmanas uno se debe descalzar; en las sinagogas, taparse; y en las iglesias, destaparse.
- No fotografíes a un judío devoto, sobre todo durante el shabbat.

VIAJES PALESTINA E ISRAEL

Aeropuertos

Para viajar a Israel o Palestina tenéis vuelos desde el aeropuerto de Barcelona hasta al aeropuerto de Tel- Aviv (Ben Gourion). Para  llegar a la ciudad, podéis ir en autobús, el nº 475, que tiene parada en todos los hoteles; si preferís el tren, hay uno que os deja en el centro; otra opción es el taxi colectivo (llamados sheruts).
En Tel-Aviv, disponéis de autobuses y taxis colectivos para ir a Jerusalén, Haifa, Eilat y muchas otras ciudades. También contáis con un tren que une Jerusalén, Haifa y San Juan de Acre.

Documentación

Si vais a estar más de tres meses en Israel necesitaréis un visado. Para estancias inferiores, con el pasaporte en vigor es suficiente. Es importante saber que algunos países árabes restringen la entrada a su país si en el pasaporte se lleva el sello israelí, por lo que es mejor pedirle a la policía que ponga el sello en la autorización de entrada que se rellena en el puesto de aduanas y no en el pasaporte, así evitaréis tener problemas.
Para visitar los territorios bajo administración de la Autoridad Palestina y resto de los «Territorios Ocupados», el Ministerio español de Asuntos Exteriores recomienda estar en contacto con el Consulado General de España en Jerusalén.

Cómo moverse

En el mismo aeropuerto podéis alquilar un coche, o bien alquilarlo previamente. Las carreteras son buenas, pero hay que tener en cuenta que los conductores de la zona suelen conducir muy rápido y los accidentes son frecuentes. 







Catarós, Francia


LA RUTA DE LOS CÁTAROS

Los cátaros se remontan a la Edad Media, pero es un tema que sigue interesando mucho actualmente.


Fue un grupo religioso originario de las antiguas creencias paganas orientales. Su principal doctrina se basaba en dos principios fundamentales y contrapuestos, que eran el Bien y el Mal. El Bien lo representaba la parte espiritual del hombre, que luchaba contra el Mal, que era el diablo y estaba en todo lo material, que se consideraba impuro. 


Durante la Edad Media se diversificaron en varios movimientos, considerados heréticos desde el principio del cristianismo, y se situaron en distintos países europeos, especialmente en el sur de Francia.

El pensamiento de los cátaros era totalmente contrario a los intereses tanto políticos como religiosos que se daban en el momento, por lo que fueron perseguidos hasta casi su total aniquilación. Fue la Inquisición quien organizó las cruzadas contra ellos.

El término “cátaro” significa “puro” y viene del griego. “Los puros” así se denominan los propios miembros de este grupo, basado en antiguas creencias propias de los primeros cristianos, que adoptaron para sí y que intentaron adecuar a la época en la que vivían con un estricto cumplimiento.

Los cátaros seguían las enseñanzas de Jesucristo, justo en un momento en el que se daba una gran crisis en la religión cristiana, tanto en las altas esferas de Roma como en el pueblo. La intención de los cátaros era restituir el pensamiento religioso.

Los cátaros apostaban por la espiritualidad, el pacifismo y la tolerancia y querían transmitir esas creencias a los fieles, la mayoría de ellos localizados en Europa, especialmente en Occitania. Pero todo eso chocaba con la ortodoxia, los intereses espirituales y materiales que se daban en el mundo cristiano. 

Los cátaros creían que la Iglesia de Roma estaba muy alejada de su primitiva esencia: la sencillez, la pobreza y el humanismo.  Se había convertido en una religión prepotente e intransigente. Los fieles vivían atemorizados, por cualquier falta sus almas podían ser condenadas.


El catarismo era una religión monoteísta, que creía en el bien y el mal. Como hemos dicho antes, el bien se correspondía con la parte espiritual de la persona, y el mal con la parte física. A lo largo de la vida, el bien y el mal se mantenían en una lucha constante hasta que llegaba la muerte. El cuerpo moría y el espíritu se liberaba. La muerte no se veía como algo oscuro o terrorífico, sino como una liberación.


Esta doctrina, en ocasiones muy justificadas o al final de una enfermedad donde ya no había solución, permitía el suicidio, dejando de comer y beber. Esto se conocía con el nombre de Endura.

Para ser miembro de este grupo uno debía aprenderse de memoria el Evangelio de San Juan, ayunar tres veces por semana, someterse a las tres cuaresmas, Navidad, Pascua y Pentecostés. La iniciación duraba unos tres o cuatro años.


Estaban prohibidas las mentiras y debían respetar a los demás. Para ellos la Biblia, era un libro atroz por los relatos tan crueles que contaba y en los que no se respetaba a los semejantes. También rechazaban el signo de la cruz (por considerarlo una muerte deshonrosa)  y no admitían la Eucaristía ni la idea de un juicio final ni del infierno eterno. El alma tenía que ser pura  para salvarse. Los sueños eran interpretados como manifestaciones del alma.


No tenían templos, a excepción del propio cuerpo humano donde pensaban que habitaba el espíritu de Cristo, por eso se tenía que purificar mediante ayunos y mortificaciones.  Creía en la transmigración de las almas, pasando de un cuerpo a otro.

Vestían de negro y se cubría la cabeza. También debían dejarse la barba. Posteriormente quitaron estas normas para no ser reconocidos. Llevaban una bolsa con el Evangelio de San Juan. Siempre iban en parejas y tenían prohibido comer grasa.

Su forma de vida era sencilla y pobre, estaba inspirada en la de los primeros cristianos, y ayudaban a todo el que lo necesitase. Los cátaros también eran conocidos como “Los hombres buenos”.

En cuanto a sus bienes materiales, solo tenían lo que necesitaban para su sustento, la oración y el trabajo. Sus casas eran muy sencillas, no tenían mansiones. El sustento se lo ganaban con su trabajo manual. Tenían libertad para elegir el trabajo que querían desarrollar, pero tenían la obligación de desarrollarlo con total perfección.

Todo esto era para los “Perfectos” o jefes de su iglesia, los demás fieles podían tomarse las normas de una forma más ligera.

Existían obispados en las ciudades del Languedoc, Lombers, Lavaur, Carcasona, Albí, Tolosa y Narbona.

Aunque los cátaros fueron bien acogidos por la nobleza y el pueblo, el poder político-religioso los tildó de herejes y los vio como un enemigo que podía conducirlo a la pérdida de su poder y dominio sobre el pueblo. Por lo que organizaron cruzadas contra ellos y los persiguieron hasta casi acabar con ellos. 

Rutas

Carcasona

Emprendemos la ruta de los castillos cátaros poniendo rumbo a Francia. Nuestra primera parada es Carcasona, que se encuentra a unos 300 km de Barcelona.

Para llegar hasta aquí podemos ir en coche por la autopista A61o en tren hasta Narbona y allí coger otro tren hasta Carcasona. También podemos viajar en avión.



Carcasona se sitúa en entre Toulouse-Montpellier-Barcelona, en el cruce de dos ejes: el del Atlántico al Mediterráneo, y desde los Cévennes a la cadena pirenaica, fuente del Aude.

Presenta dos zonas: la ciudadela medieval, restaurada por completo en el siglo XIX, y la Bastide de Saint-Louis de gran interés turístico.

En la ciudadela hay muchos monumentos y edificios históricos, un patrimonio que ha ido aumentado a lo largo de los siglos gracias a que la ciudad ha albergado numerosas culturas distintas.

Se puede recorrer a pie y también en vehículos eléctricos que se pueden alquilar en las oficinas de turismo.

Uno de los lugares más significativos de la ciudadela son sus 2 murallas,  declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1997 por la Unesco. Su longitud es de 3 km y se reparten por ellas 52 torres con tejados en forma de pico. Entre las principales están la del Tesoro, con ventanas de estilo gótico, la de la Justicia, la del Obispo y la de Saint Nazaire, con la puerta de su mismo nombre. Otras puertas de la ciudadela son la de Narbona, Aude y Burgo. También se puede ver: la Palestra, que se encuentra entre los dos recintos amurallados;  el castillo de los vizcondes de Trencavel, construido en el S. XII;  el Museo del Castillo; y  la Basílica de San Nazario (Saint-Nazaire) del S. XI.

La Basílica de Saint Nazaire está considerada la joya de la ciudadela. Se trata de un edificio gótico que cuenta con  unas magníficas vidrieras de los siglos XIII y XIV. En estas se representa la vida de Jesucristo y sus discípulos.

Sin duda alguna uno no se puede la Bastide Saint-Louis (Bastida de San Luis). Se comunica con la ciudadela por el el Pont Neuf y el Pont Vieux (o Puente Viejo).

El Pont Vieux o Puente viejo data de principios del S. XIV, pero que ha sufrido algunas modificaciones. Es de  piedra y presenta 12 arcos de medio punto.

La Bastida de Saint Louis es de plano regular, se trata de una cuadrícula organizada entorno a la  plaza Carnot, donde se encuentra  la fuente de Neptuno. Todos los martes, jueves y sábados por la mañana se organiza un mercado aquí (mercado de cereales, de estructura del siglo XVIII).

En esta zona hay numerosos restaurantes en los que degustar la gastronomía del sur francés y luego uno puede tomar una copa en un club o bar o ir a la discoteca.

A unos cuantos kilómetros de La Bastide Saint-Louis está  el Canal de Midi, declarado también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1996. Se sitúa en el sur de Francia. Hay diferentes opciones para descubrirlo: a pie caminando por las orillas, yendo en bici o navegando en barco.


Minerva

A 48 km de Carcasona se encuentra Minerva, en el sur de Francia, cerca del Parque Natural Regional del Alto Languedoc. El pueblo se sitúa en un alto rocoso creado por dos ríos. Está clasificado con el sello de calidad de Los pueblos más bellos de Francia. Aquí se puede visitar el museo Hurepel dedicado al catarismo. 




Lastours

Otra zona que uno no se debe perder es Lastours. Se trata de un conjunto de cuatro castillos cátaros en la sierra de la Montaña Negra: Cabaret, Torre Regina, Flor de Espina (Surdespine) y Quertinheux. Su estado de conservación no es demasiado bueno, pero vale la pena visitarlos por los hechos históricos que allí sucedieron. Son de entrada libre.

En la misma región cerca del río Orbeil está el que fue el castillo de Miravall. Únicamente como parte original queda la iglesia de la Madre de Dios de Louse, que ocupa lo que antes era la capilla del castillo. Sus ventanas son románicas y la puerta gótica.

En este castillo nació el trovador Ramón de Miravall y aquí se juntaban mucho de los trovadores que contaban las hazañas bélicas  de los caballeros.
Ramón de Miravall era un gran simpatizante de los cátaros, cosa que no gustaba a los franceses del norte.

Desde hace unos años el castillo de Miravall se ha hecho muy famoso porque Angelina Jolie y Brat Pitt,  junto con sus seis hijos, residen temporadas en él. Lo reformaron por completo y acondicionaron las más de 35 habitaciones que tiene. También cuenta con 400 hectáreas de bosques y viñedos, una pista de aterrizaje y helipuerto.

Volviendo a nuestro recorrido, si te apetece perderte por calles medievales, acércate al pueblo de Miravall.

Termes

A 73 km al sudeste de Carcasona se encuentra el municipio de Termes, en la sierra de Les Corbières, donde puedes conocer otro de los castillos cátaros. El castillo de Termes forma parte del Aude. Se ubica sobre un montículo. Solo se puede subir por la zona meridional, ya que el resto de zonas son barrancosas. Hoy en día únicamente quedan ruinas del castillo. Se puede ver una planta rectangular con dos murallas concéntricas y cercadas por torres del S. XII.
También se puede apreciar restos de una rampa de acceso y la puerta.  


Peyrepertusa

Y desde aquí puedes ir al castillo de Peyrepertusa (“piedra tallada”), que se asienta sobre una montaña de más de 790 m de altitud. Está situado sobre el pueblo de Duilhac. Durante los siglos XII y XIII fue uno de los castillos cátaros y perteneció al grupo “Cinco hijos de Carcasona”. Está considerado la mejor muestra de arquitectura militar medieval del Languedoc por la calidad de sus construcciones y la amplitud de sus muros. En la actualidad conserva 2,5 km de murallas, y tiene una longitud de 300 m por 50 de ancho.

Cuando estés dentro, verás que más que un castillo es una villa medieval.



Se diferencian tres zonas:

·       El castillo bajo o primitivo. En el primer recinto están las construcciones más antiguas. Se accede a esta zona por una pequeña puerta defendida por una barbacana. La planta es triangular y está rodeada por una muralla de 102 m de longitud y torres semicirculares. Aquí se encuentran la torre del homenaje y la capilla de Santa María Bastida (1115).

·       El patio medio llega hasta el límite del precipicio. Apenas quedan restos de una estructura pentagonal y la muralla con su paso de ronda.

·       El castillo nuevo o de San Jorge se encuentra al norte, sobre un pequeño risco en la parte superior de la montaña.  Se trata de una fortaleza dentro de otra. Para acceder a ella se debe subir por la escalera de San Luis, formada por unos 60 escalones tallados en la roca. Resulta impresionante porque está construida al borde de un precipicio.  En este castillo está la capilla de Sant Jordi formada por una única nave y presenta un ábside semicircular.

Y una vez visitado el castillo de Peyrepertusa puedes acercarte al de Queribús, que se encuentra a tan solo 8 km.
Otro castillo emblemático es el de Montsegur, construido a 1.207 m de altitud. En él tuvo lugar el final del asedio al catarismo en 1244.




Albi
La ciudad de Albi se sitúa a 167 km de Carcasona. Destaca de entre los lugares a visitar la catedral de Santa Cecilia, de estilo gótico, y el palacio de la Berbie, donde se encuentra el museo dedicado a Toulouse-Lautrec (1864-1901).

La oficina de turismo organiza visitas guiadas por el casco antiguo. Se puede adquirir un abono turístico con el que  participar en estos paseos, además de conseguir descuentos en la entrada de los museos y monumentos.

Cerca de Albi, a tan solo 24 km, se encuentra el pueblo medieval de Cordes-sur-Ciel, al noroeste de Toulouse. En él hay muchas casas góticas que te trasladarán a la Edad Media. También podrás visitar el museo Charles Portal, donde se exponen manuscritos del siglo XIII.

Lecturas

La persecución que sufrieron los cátaros llevó consigo la destrucción de la mayoría de sus escritos, por lo que investigar sobre ellos no ha resultado sencillo. Aun así se han descubierto algunos libros cátaros entre los que destaca “El libro de los dos principios”. Lo encontró el  dominico Dondaine en Florencia. Este libro se publicó en 1939 por primera vez. Otro libro importante descubierto también por este investigador es “Anónimo”. Para ver los manuscritos debes de ir a la Biblioteca Nacional de París.

Libros:

- El legado secreto de los cátaros. VVAA. Editorial Siruela.
- El testamento del último cátaro. Antoni Dalmau. Temas de hoy.
- El retorno cátaro. Jorge Molist. Temas de hoy.
- La inquisición y el genocidio del pueblo cátaro. Hoffman Nickerson. Círculo latino.

Guías:

-
La ruta de los cátaros. Topoguía del camí dels bons homes de Berga o Solsona a Montsegur. VVAA. Editorial Altaïr.
- Una escapada al país dels Catars. Antoni Dalmau. Columna Edicions.